Desastre ecológico del superpetrolero Torrey Canyon
Naufraga el súperpetrolero Torrey Canyon, lleno de petróleo, y días más tarde aviones de la RAF bombardean con napalm el buque para quemar todo su petróleo y evitar el desastre ecológico.
El superpetrolero de casi 300 m de eslora y con capacidad de 120.000 t fue construido en EE.UU. en 1959 y fue propiedad de British Petroleum. En marzo de 1967 por culpa de un error de navegación, encalló cerca de las británicas Islas Sorlingas, provocando uno de los mayores desastres ambientales en las costas de Inglaterra y Francia. Al ser el primer gran vertido de crudo no existía un protocolo a seguir. Se utilizaron productos químicos dispersantes para contener el crudo, pero sin éxito, y el primer ministro del Reino Unido, Harold Wilson, autorizó el bombardeo por la Real Fuerza Aérea con napalm y otros explosivos.
La mancha se dispersó unos 380 km² , se contaminaron alrededor de 180 km de costas inglesas y 80 km francesas, y murieron unas 15.000 aves junto a otros organismos marinos. Este accidente condujo a una profunda reestructuración de las normas internacionales de navegación, sobre todo en lo referente a la responsabilidad civil de las compañías y a la prevención de desastres ambientales del mismo tipo.